miércoles, 12 de junio de 2013

COSAS QUE UNEN, COSAS QUE SEPARAN


Fue un día cualquiera y ni siquiera recuerdo la hora, pero sí se me viene a la mente ese momento donde Vicky me decía: "vamos, pero yo quiero conocer Costa Rica" y ahora estamos a un paso. Nuestras ultimas horas en Panamá las gastamos en la ruta, como mas nos gusta, atravesando una pequeña y seca llanura. Después de los trámites fronterizos correspondientes ingresamos a Costa Rica. Muchas veces las fronteras son meros caprichos humanos donde una barrera y un policía indican el comienzo y el final de un país. Pero aquí increíblemente abandonamos la ruta seca y monótona y nos adentramos en caminos sinuosos y con una exuberante vegetación. Palmeras, cocos, animales sueltos, el sol del mediodía letal sobre nosotros: ¡¡¡Bienvenidos a Costa Rica!!!!!



Nos vamos directo a playa Uvita, sobre el océano pacífico y acampamos dentro del Parque Nacional Marino Ballena. En poco tiempo este país nos muestra parte de su riqueza natural con la que fue bendecida: mar caliente, cocos esparcidos por todos lados, iguanas estirando su cuello y tomando sol, ardillas hiperquinéticas comiendo almendras y tirándote en la cabeza los restos, caracoles de todo tipo y color caminando sobre la arena, manada de monos reubicandose en otra parte de la playa ¡Pura vida!
Unos kilómetros mas y paramos en playa dominical con la intención de vender artesanías y de paso dejar pasar los días ya que nos venían a visitar Sergio y Vale. (Sergio= mi primo y Vale=hermana de Vicky). Caminando vemos una Kombi con placa argentina, nos acercamos y la charla comienza. Eran Majo, Lucho y su perra Laika, que están viajando desde la patagonia hasta Méjico en su van modelo 81. Hace 4 años que salieron y si bien estábamos en contacto a través de internet, verse en persona siempre es mejor.



Pasamos juntos el fin de semana, y luego unos días en Playa Hermosa donde compartimos el tiempo con otros chicos argentinos que viven por estos pagos, Pancho y Cata. una clase de boxeo fué la excusa ya que Pancho es profesor y nos invitó a "relajarnos". Unos cuantos días duró el recuerdo de los ejercicios. El fútbol definitivamente es lo mío. Vicky se quedó con ganas de practicar más porque aparentemente tiene un gancho de izquierda de temer... mejor no corroborarlo. Pizza en lo del uruguayo Diego, pastas y pescado a la parrilla fueron las excusas para reunirnos.





Salimos para Turrialba, ciudad ganadera entre las montañas, y allí nos separamos temporalmente de kombi Sudaca ya que iban a hacer unos arreglos de chapa y nosotros debíamos recibir a Sergio y Vale en San José.



Luego de pasar una noche fría al pié del volcán Irazú, llegamos a San José y fuimos al aeropuerto a recibir a los chicos. Fueron sólo 15 días que se escurrieron rápidamente. Si bien hoy en día la tecnología nos permite estar al tanto de todo lo que pasa en Argentina, es tan diferente escucharlo directamente de los protagonistas.  No se que proceso interno extraño se produce al escuchar o al recibir un simple regalo de un ser querido que nos transporta inmediatamente al lugar de donde venimos. Una palabra, un gesto, o saborear una golosina nos acerca y nos une a pesar de los miles de kilómetros que nos separan. Por suerte la cultura de un pueblo no entiende de fronteras y nos permite sentirnos en casa con el simple hecho de sentir la amargura de la yerba mate en nuestro paladar. Pequeñas cosas que nos unen. Pero así como la distancia física nos une, a veces la cercanía nos separa. No entiendo bien esta moda de las discusiones cibernéticas que se producen por simples opiniones y frases sueltas. Me tocó leer en estos días discusiones políticas on line producto de comentarios en facebook, de carácter político, que generaron infinidad de mensajes y acusaciones de personas que no sabían de la existencia del otro hasta ese momento. Y no es que de repente me volví un guía espiritual y no soporto las discusiones, al contrario, valoro la crítica y el intercambio de ideas , quien me conoce sabe de mi tozudez para sostener una ideología, lo que no entiendo es la liviandad de las acusaciones, la rapidez para ponerse de un bando o del otro y catalogar de zurdo, facho, golpista y no se cuántas estupideces sin siquiera verse la cara. Un amigo escribía que al apretar el botón "compartir" de facebook debería aparecer una frase que diga: "¿Leyó bien lo que va a publicar?" y luego, después recién publicar. Hoy todo es tan fácil, rápido e impersonal que no sabemos a quiénes, a donde o cuando lo que hacemos puede impactar. Todos tenemos derecho a opinar, pero nadie a ofender. Un bisturí salva personas en la mano de un cirujano y mata personas en la mano de un asesino.
Pero por suerte nosotros trajimos a la familia y nos tomamos 15 días de vacaciones también. El volcán Arenal , la calidez y el ritmo del Caribe, el mar caliente y siempre soleado del pacífico fueron los lugares que el tiempo nos permitió conocer con los chicos. Ni las indecisiones de Vale y Sergio para elegir un menú opacaron la alegría de recibirlos, de hacernos un lugar en el Fusca y ser parte activa de nuestro viaje. ¡¡¡Mil gracias chicos por venir, el próximo mate lo tomamos en Buenos Aires!!!!





Despedida en el aeropuerto.
Después del aeropuerto volvimos a Jacó y nos reencontramos con Lucho y Majo. Pasamos unos días mas y  nos despedimos de Pancho y Cata. Gracias chicos!!!!


Nos quedaba por recorrer la península de Nicoya y nuestro primer destino fue Montezuma. Tomamos el ferry y luego de unos kilómetros llegamos. Montezuma nos recibió muy bien, lindas playas, cascadas, ventas, y poder presenciar la liberación de pequeñas tortugas conformaban un combo perfecto. Conocimos a Roberto y Florencia, dos artesanos con los cuales compartimos la estadía en el lugar, y además nos encontramos con otra combi viajera, Martín y Maru de Kombi Rutera.


Cruce en ferry hacia la península.

Con Kombi Rutera!









Con el objetivo de pasar Semana Santa en Sámara, paramos antes unos días en la polvorienta Santa Teresa. Viendo que las ventas no eran las esperadas y que mis intentos con el surf me siguen demostrando que el deporte no es lo mío, salimos hacia Sámara. Majo y Lucho habían salido mas temprano, nosotros después del mediodía. Tranquilos íbamos por la ruta cuando sentimos un ruido y el auto que se va contra la banquina de la mano de enfrente. La rótula dijo basta el jueves santo, día complicado para conseguir un repuesto. Revisando unos regalos, encuentro las rótulas. La gente de VW Kafer club Ureña y Repuestos Luz de Venezuela nos habían regalado muchas cositas, y entre ellas, la bendita rótula. Los vecinos del lugar enseguida se acercaron y nos llamaron a un mecánico, y viendo que hasta mañana no podríamos solucionar nuestro problemita con el Fusca, nos convidaron pastelitos y otras dulzuras de vigilia para pasar la noche. Al otro día ya estábamos otra vez en la ruta. Lo que parecía un fin de semana varados en la lejana Costa Rica se convirtió en una interminable charla con la gente del lugar, degustaciones de mangos y cocadas, empanadas dulces y visitas a los vecinos y montón de gratos recuerdos. Nuevamente manos solidarias que a cambio piden un simple gracias y que, cuando pasemos nuevamente, nos acerquemos a saludar. Para nosotros son nuevos amigos que nos permiten llegar a destino.

Fede vs. rótula.
Acampe al costado de la ruta.
Llegamos a Sámara y nos juntamos con Lucho y Majo. Como siempre la que mas se alegra de vernos es Laika que salta, ladra y se sube al Fusca para demostrar su alegría. Se nos fue Semana Santa y nos fuimos a Tamarindo. Nos instalamos en la playa y conocimos a una pareja de franceses que viajaban con sus tres hijos y su perro. Artesanos que van y vienen por centro américa sin un rumbo fijo. Siempre hay alguien más loco que uno en este mundo, sólo es cuestión de salir a encontrarlo.



Pasamos por playa Conchal y ahí disfrutamos del último fin de semana en Costa Rica. Una de las playas más hermosas y tranquilas nos empezó a despedir. Amanecer cobijados por un viejo árbol, la caída del sol en la playa, caminatas con un cielo lleno de estrellas es lo que buscamos y lo que encontramos acá.

Con nuestra perra Laika.

En realidad es la mascota de Kombi Sudaca, pero nos quiere más a nosotros...

Trabajando en la oficina.
Serenamente gastamos nuestras últimas horas en el país que Vicky deseaba conocer . Nuevamente la Kombi se adelanta ya que en Nicaragua estaban Pancho y Cata. Nosotros aprovechamos una noche más en Conchal, una visita a las cataratas Llanos de Cortés y nos encaminamos hacia Nicaragua. Familia, amigos y naturaleza son las pequeñas cosas que de ahora en más, cada vez que las recordemos, nos permitirán sentirnos más cerca de Costa Rica.